A la vista de lo acontecido en las calles de la ciudad durante esta semana, parece que en general con sus excepciones, han transcurrido con mayor seriedad y orden que en los últimos años, sin tirar campanas al vuelo.
Las normas, a veces excesivas y que no se llegan a cumplir en su totalidad, parece que van dando sus resultados, desde luego hemos observado menos cortes que en ediciones anteriores y estos, más pequeños, han disminuido las meriendas en las paradas; éstas a veces son necesarias sobre todo en la gente más joven, pero habría que regularlas o salirse del cortejo como hemos observado estos días.
La verdad es que en líneas generales hemos tenido una buena Semana Santa, sin incidentes dignos de destacar, aunque los ha habido y con algo más de gente en las calles que en los últimos años, a excepción del Lunes y Miércoles Santo que no llega a ser el gentío que aglutinaba en los años noventa, con regular asistencia en las entradas.
El fenómeno a observar detenidamente se llama ‘Perdón’, y destacar el esfuerzo que ha hecho la nueva directiva de El Encuentro en poco tiempo, una hermandad que está en buen camino para crecer de nuevo. Los Ángeles también ha recogido el fruto del trabajo bien hecho.
La recuperación de la Verónica, el lleno en las calles del Perdón y el leve incremento de nazarenos en algunos cortejos puede indicar que algo empieza a mejorar en las hermandades
Las normas, a veces excesivas y que no se llegan a cumplir en su totalidad, parece que van dando sus resultados, desde luego hemos observado menos cortes que en ediciones anteriores y estos, más pequeños, han disminuido las meriendas en las paradas; éstas a veces son necesarias sobre todo en la gente más joven, pero habría que regularlas o salirse del cortejo como hemos observado estos días.
La verdad es que en líneas generales hemos tenido una buena Semana Santa, sin incidentes dignos de destacar, aunque los ha habido y con algo más de gente en las calles que en los últimos años, a excepción del Lunes y Miércoles Santo que no llega a ser el gentío que aglutinaba en los años noventa, con regular asistencia en las entradas.
El fenómeno a observar detenidamente se llama ‘Perdón’, y destacar el esfuerzo que ha hecho la nueva directiva de El Encuentro en poco tiempo, una hermandad que está en buen camino para crecer de nuevo. Los Ángeles también ha recogido el fruto del trabajo bien hecho.
La recuperación de la Verónica, el lleno en las calles del Perdón y el leve incremento de nazarenos en algunos cortejos puede indicar que algo empieza a mejorar en las hermandades
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