Una mujer con las ideas muy claras. Luchadora. Comprometida con los suyos. Así es la María Magdalena que presenta en ‘Resucitado’ (Kevin Reynolds, 2015), ya en cines, la actriz María Botto (Buenos Aires, 1974).
El estreno en España de ‘Resucitado’ cierra el círculo que se abrió en octubre de 2014, cuando el rodaje comenzó en Almería tras pasar por Malta. ¿Cómo lo recuerda?
Tenemos muy buenos recuerdos. Y digo tenemos porque todo el equipo español hemos seguido en contacto con comidas, cenas y hablando mucho de nuestro paso por Malta y, especialmente, por Almería, por razones obvias: es un lugar al que le tengo muchísimo cariño. Fue un rodaje especial: por los actores, por Kevin Reynolds y por los productores.
Joseph Fiennes ha afirmado que el director supo captar la “huella de Dios” en los escenarios naturales de la provincia. ¿Sintió esa energía durante el rodaje?
Almería es maravillosa. Primero como lugar para evadirte, para escaparte de las ciudades llenas de ruido. Y además tiene tantas cosas para rodar... un mar, unas playas tan diferentes al resto del mundo; tiene montaña, tiene desierto. Es un paisaje de una belleza extrema a veces, casi indescriptible, y creo que eso se ve en la película. Rodar en el desierto las caminatas de los apóstoles fue único: no tenías la sensación de estar en un decorado sino de estar haciendo el mismo camino que pudieron recorrer ellos.
¿Qué distingue a su María Magdalena de otras que hemos visto antes en la gran pantalla?
Es una mujer con las ideas muy claras, luchadora, que puede llegar a dar su vida por aquellos a los que ama y por sus ideas. Ese punto de vista ya estaba muy claro en el guion. Yo siempre he estado obsesionada por estas mujeres: de pequeña me enseñaron a personajes históricos como ella, leí la Biblia y el Corán y siempre la he tenido muy presente. Cuando me ofrecieron el papel tenía muchas ganas de reflejar la opinión que tenía de ella. No es una mujer que necesitaba ser rescatada como se nos ha dicho sino que debió ser muy culta para codearse con gente que tenía reuniones en las que se hablaba de fe y de cosas no aptas para mujeres en aquella época. He tenido mucha libertad para crear a esta María Magdalena.
¿Qué momento de su personaje le emocionó especialmente?
Hay muchos que no aparecen en la película, que sabes que no siempre se parece a como era en un principio. Me quedaría con el interrogatorio, el momento en que Clavius [Fiennes] y María Magdalena se conocen, lo que de alguna manera cambia el rumbo de los acontecimientos. Fue muy especial el trabajo con Kevin Reynolds, tuve una conexión increíble con él, en la manera de comunicarnos, cómo nos entendimos. Y con Joseph Fiennes igual. Fue un momento en que estábamos muy concentrados, entregados a la escena. Son sensaciones que te quedan para siempre.
Mario Tardón, uno de los actores españoles de la película, dice que aunque muchos intérpretes no eran creyentes sí que sintieron una comunión singular como grupo con el proyecto. ¿Lo vivió así también?
Todo nace también desde los productores, Mickey Liddell y Pete Shilaimon, y su amor por la historia. Ellos lograron que esa generosidad se tradujera en el grupo de los apóstoles, en Joseph Fiennes, en Tom Felton. Todos los días venían y nos preguntaban si todo estaba bien, si necesitábamos algo, qué podían hacer para que estuviéramos mejor. Cuando alguien, a diario, te muestra que está pendiente del resto y no de uno mismo, se contagia. Y creo que eso nos pasó a todos, que estábamos más pendientes de los demás que de nosotros. Eso genera mucha unión.
’Resucitado’ se acerca a un tema conocido pero lo hace desde la óptica del cine policiaco. ¿Es su gran atractivo?
Sucede sobre todo al principio de la película, cuando este romano tiene que investigar, descubrir, cómo ha desaparecido el cuerpo de Cristo. Y se analiza desde un punto de vista científico, porque no es posible que no cuerpo desaparezca, algo tiene que haber pasado. Es casi como una de investigación de cine negro, donde los personajes son interrogados, perseguidos... Nunca se había encarado una película de estas características desde ese punto de vista y eso le añade al género algo nuevo.
¿Cree que puede interesar tanto a los creyentes como a los que no lo son?
Todos nos hemos preguntado en algún momento acerca de la existencia de un ser superior o de si hay algo ahí fuera. En la película, el protagonista se hace estas preguntas, es el viaje de este romano no creyente. Va dirigida a cualquier espectador porque las preguntas sobre la fe y nuestra propia existencia están en la película, ya que el protagonista se las hace. Es un recorrido muy interesante.
¿Cómo fue la visita al Vaticano para la presentación mundial del filme?
Fue emocionante compartirlo con Pete Shilaimon, que tuvo que salir de Iraq por cuestiones religiosas: fueron perseguidos por ser católicos y su padre murió en la huida, así lo que para él era un momento especial. Conocer al papa era un triunfo por su padre. Compartir ese momento, su emoción, fue maravilloso, como lo fue hacerlo con Joseph Fiennes y su familia. En mi caso, lo fue por poder decir algo histórico como que he conocido al papa. No sabía que decirle, llamé a mi madre y me dijo: dile que naciste en Argentina (risas). Así que fue gracioso y emocionante, como lo fue también por saber que el Vaticano ha creado, a raíz de nuestra película, un apartado cultural para que sea vean otros largometrajes y que exista un intercambio cultural. Es algo que me parece estupendo.
A partir de ahora, ‘Resucitado’ será su película favorita de Semana Santa. ¿Qué otros títulos propios de estas fechas le gustan?
Me fascina ‘Espartaco’ y ‘La última tentación de Cristo’ es una película que siempre tengo muy presente.
Entrevista con la actriz María Botto, que encarna a María Magdalena en la película de Kevin Reynolds rodada en la provincia
El estreno en España de ‘Resucitado’ cierra el círculo que se abrió en octubre de 2014, cuando el rodaje comenzó en Almería tras pasar por Malta. ¿Cómo lo recuerda?
Tenemos muy buenos recuerdos. Y digo tenemos porque todo el equipo español hemos seguido en contacto con comidas, cenas y hablando mucho de nuestro paso por Malta y, especialmente, por Almería, por razones obvias: es un lugar al que le tengo muchísimo cariño. Fue un rodaje especial: por los actores, por Kevin Reynolds y por los productores.
Joseph Fiennes ha afirmado que el director supo captar la “huella de Dios” en los escenarios naturales de la provincia. ¿Sintió esa energía durante el rodaje?
Almería es maravillosa. Primero como lugar para evadirte, para escaparte de las ciudades llenas de ruido. Y además tiene tantas cosas para rodar... un mar, unas playas tan diferentes al resto del mundo; tiene montaña, tiene desierto. Es un paisaje de una belleza extrema a veces, casi indescriptible, y creo que eso se ve en la película. Rodar en el desierto las caminatas de los apóstoles fue único: no tenías la sensación de estar en un decorado sino de estar haciendo el mismo camino que pudieron recorrer ellos.
¿Qué distingue a su María Magdalena de otras que hemos visto antes en la gran pantalla?
Es una mujer con las ideas muy claras, luchadora, que puede llegar a dar su vida por aquellos a los que ama y por sus ideas. Ese punto de vista ya estaba muy claro en el guion. Yo siempre he estado obsesionada por estas mujeres: de pequeña me enseñaron a personajes históricos como ella, leí la Biblia y el Corán y siempre la he tenido muy presente. Cuando me ofrecieron el papel tenía muchas ganas de reflejar la opinión que tenía de ella. No es una mujer que necesitaba ser rescatada como se nos ha dicho sino que debió ser muy culta para codearse con gente que tenía reuniones en las que se hablaba de fe y de cosas no aptas para mujeres en aquella época. He tenido mucha libertad para crear a esta María Magdalena.
¿Qué momento de su personaje le emocionó especialmente?
Hay muchos que no aparecen en la película, que sabes que no siempre se parece a como era en un principio. Me quedaría con el interrogatorio, el momento en que Clavius [Fiennes] y María Magdalena se conocen, lo que de alguna manera cambia el rumbo de los acontecimientos. Fue muy especial el trabajo con Kevin Reynolds, tuve una conexión increíble con él, en la manera de comunicarnos, cómo nos entendimos. Y con Joseph Fiennes igual. Fue un momento en que estábamos muy concentrados, entregados a la escena. Son sensaciones que te quedan para siempre.
Mario Tardón, uno de los actores españoles de la película, dice que aunque muchos intérpretes no eran creyentes sí que sintieron una comunión singular como grupo con el proyecto. ¿Lo vivió así también?
Todo nace también desde los productores, Mickey Liddell y Pete Shilaimon, y su amor por la historia. Ellos lograron que esa generosidad se tradujera en el grupo de los apóstoles, en Joseph Fiennes, en Tom Felton. Todos los días venían y nos preguntaban si todo estaba bien, si necesitábamos algo, qué podían hacer para que estuviéramos mejor. Cuando alguien, a diario, te muestra que está pendiente del resto y no de uno mismo, se contagia. Y creo que eso nos pasó a todos, que estábamos más pendientes de los demás que de nosotros. Eso genera mucha unión.
’Resucitado’ se acerca a un tema conocido pero lo hace desde la óptica del cine policiaco. ¿Es su gran atractivo?
Sucede sobre todo al principio de la película, cuando este romano tiene que investigar, descubrir, cómo ha desaparecido el cuerpo de Cristo. Y se analiza desde un punto de vista científico, porque no es posible que no cuerpo desaparezca, algo tiene que haber pasado. Es casi como una de investigación de cine negro, donde los personajes son interrogados, perseguidos... Nunca se había encarado una película de estas características desde ese punto de vista y eso le añade al género algo nuevo.
¿Cree que puede interesar tanto a los creyentes como a los que no lo son?
Todos nos hemos preguntado en algún momento acerca de la existencia de un ser superior o de si hay algo ahí fuera. En la película, el protagonista se hace estas preguntas, es el viaje de este romano no creyente. Va dirigida a cualquier espectador porque las preguntas sobre la fe y nuestra propia existencia están en la película, ya que el protagonista se las hace. Es un recorrido muy interesante.
¿Cómo fue la visita al Vaticano para la presentación mundial del filme?
Fue emocionante compartirlo con Pete Shilaimon, que tuvo que salir de Iraq por cuestiones religiosas: fueron perseguidos por ser católicos y su padre murió en la huida, así lo que para él era un momento especial. Conocer al papa era un triunfo por su padre. Compartir ese momento, su emoción, fue maravilloso, como lo fue hacerlo con Joseph Fiennes y su familia. En mi caso, lo fue por poder decir algo histórico como que he conocido al papa. No sabía que decirle, llamé a mi madre y me dijo: dile que naciste en Argentina (risas). Así que fue gracioso y emocionante, como lo fue también por saber que el Vaticano ha creado, a raíz de nuestra película, un apartado cultural para que sea vean otros largometrajes y que exista un intercambio cultural. Es algo que me parece estupendo.
A partir de ahora, ‘Resucitado’ será su película favorita de Semana Santa. ¿Qué otros títulos propios de estas fechas le gustan?
Me fascina ‘Espartaco’ y ‘La última tentación de Cristo’ es una película que siempre tengo muy presente.
Entrevista con la actriz María Botto, que encarna a María Magdalena en la película de Kevin Reynolds rodada en la provincia
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