Los fondos del Ayuntamiento están valorados en 596.575 euros, según la última tasación, de 2010
33 dinares de oro acuñados por el emir almorávide Alí ibn Yúsuf en el siglo XII permanecen custodiados en la caja de seguridad de un banco, cada uno en un compartimento independiente. Encontrados en una excavación en la Alcazaba, están valorados en 82.500 euros. Constituyen -con permiso del pendón de los Reyes Católicos- la joya de la corona del patrimonio artístico municipal.
Cada cierto tiempo, un funcionario del Ayuntamiento de Almería se desplaza al banco y levanta acta del estado de conservación de estas monedas hispanoárabes. En su propio seno, hay quien plantea la posibilidad de exponerlas en el Centro de Interpretación Patrimonial (CIP), pero ¿reúne éste las medidas de seguridad idóneas? Y en caso negativo, ¿se podrían hacer unas réplicas y mostrarlas al público?
Según el inventario encargado por el Consistorio en el 2010 a la empresa especializada Art20, la tasación de su patrimonio histórico-artístico asciende a 596.575 euros. En esa cifra no está incluida el pendón del siglo XV, de valor “incalculable”, en palabras de la tasadora Diana Sánchez Molina. De ahí que el que se tremola cada 26 de diciembre sea una réplica. “En realidad existen dos réplicas: una de los años 70 que está en el CIP y otra de 2009-2010, que se expone en Alcaldía, debajo de la cual se conserva lo que queda del original, el escudo y los bordados, cuya autenticidad ha sido constatada. Está en una bolsa en las condiciones óptimas, no le da el aire ni el sol”, explica a LA VOZ el jefe de Servicio del Área de Cultura, Manuel Vallecillos.
Al pendón y los dinares de oro hay que sumar otras piezas valiosas como las pinturas ‘Pescadores’ y ‘El poeta almeriense Villaespesa’ del fundador del Movimiento Indaliano, Jesús de Perceval; ‘Recogida de frutos’ de Tomás Muñoz Lucena; ‘Belleza de Andalucía’ de Pedro Antonio Martínez; el busto de Navarro Rodrigo, obra de Juan Cristóbal, y los retratos de la reina Isabel I, Carlos I y Felipe II, entre otros personajes históricos, del italiano Andrea Giuliani. Todos ellos están tasados entre los 10.000 y los 20.000 euros. ¿Lo más asequible? Los carteles de feria, los hay de hasta 15 euros.
De las 348 obras de arte y objetos históricos recogidos en el catálogo de 2010, la mayoría bien forman parte de la exposición permanente del Museo de Arte de Almería, bien se encuentran expuestas en dependencias municipales y espacios urbanos al aire libre. Así, casi todas las creaciones de los indalianos cuelgan de las paredes del Doña Pakyta, los retratos históricos están en Alcaldía y en las calles y plazas se opta por esculturas como el bajorrelieve que Perceval dedicó a San Valentín, en Campoamor. “Mientras las pinturas suelen venir de donaciones de los artistas, las esculturas han sido casi todas compradas por el Ayuntamiento”, apunta el concejal de Cultura, Carlos Sánchez.
Desde su área se trabaja ya en la actualización del inventario de cara a incorporar obras como las dos que donó Eduardo Cruz Rubio este otoño a la ciudad, ubicadas en los jardines de Alcaldía y del Museo Doña Pakyta. En este último lugar se inaugurará en los próximos días un mosaico de Luis Cañadas aparecido en la valla de un chalé de la provincia y adquirido recientemente y, en el Paseo Marítimo, una escultura de cuatro metros.
El almacén del Espacio 2
En el Espacio 2 del Museo de Arte de Almería, antiguo CAMA, existe una sala que hace las veces de almacén donde se guardan obras de la colección municipal de arte. A simple vista, está manga por hombro aunque el concejal de Cultura asegura que las condiciones de conservación son “óptimas”.
Un retrato del alcalde de principios del siglo XX Eduardo Pérez, de J. Díaz Molina, y el mural ‘Recogida de la naranja’ de Pituco, valorado en 6.500 euros, se identifican entre el grueso de las obras sin catalogar, unas 60, entre las que hay muchas del Certamen de Creación Joven que organizaba el Ayuntamiento y objetos personales de José Ángel Valente.
“Mi intención es identificarlo todo y distribuirlo por las dependencias municipales y hacer de este lugar un espacio de tránsito donde custodiar las piezas que no se expongan; a la vez, iremos mostrándolas en exposiciones para que la gente las disfrute”, concluye Carlos Sánchez.
(La voz de Almería)
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