El fondo norte será en su totalidad demolido. El Estadio sumará el rugby a sus 40 años de vida.
No es la Ciudad Deportiva de El Almería a la que se aspiraba antes de que arreciara la crisis económica, pero al menos el vetusto Estadio Juan Rojas vuelve a mirar al futuro con unas obras que permitirán dejar atrás su infrautilización y el descuidado mantenimiento que estas históricas instalaciones han sufrido a lo largo de la última década. Ahora, cuando se cumplen los 40 años desde que abriera sus puertas a los aficionados al fútbol, el Ayuntamiento de Almería saca a licitación unas obras que derribarán todo el fondo norte para dejar paso a la práctica de otro deporte: el rugby.
Son tres bonanzas las contempladas por el Consistorio en esta nueva apuesta. Por una lado, la de atender una disciplina que crece cada en año en su demanda -la Unión Rugby Almería tiene unos mil jugadores repartidos en 15 equipos, desde los 4 años hasta veteranos, habiendo el conjunto terminado su primer año en la División de Honor B-. Por otro, se "rescata una instalación infrautilizada" al mismo tiempo que, como también explicó Juan José Segura, concejal de Deportes, en una reciente visita al campo, "se abaratan costes" a las arcas municipales, ya que la construcción de un nuevo campo en la Vega de Acá, como había previsto el equipo de gobierno a finales de la pasada legislatura, hubiera supuesto una inversión de un millón y medio de euros, una cifra por encima de las primeras estimaciones que la dejaban en 800.000.
De una manera u otra, al Ayuntamiento le sale más rentable adaptar el Juan Rojas, y de paso liberarse de esa espinita, o mala prensa, por el estado de deterioro del, para otras generaciones, Franco Navarro, con una imagen lastimosa ofrecida por gradas vencidas e higueras creciendo entre los asientos.
Si bien la inversión calculada para la nueva puesta en marcha de este histórico campo municipal es de medio millón de euros, los primeros trabajos que han salido a licitación tienen un presupuesto de partida inferior a 75.080 euros. Son las tareas de demolición. Estarán concentradas en el fondo norte al objeto de poder ampliar el campo para que pueda acoger los partidos de rugby. En un mes de trabajos desaparecerán en su totalidad el graderío, los palcos y el marcador, teniendo el edificio una superficie construida 1.415 metros cuadrados, aproximadamente. Se aprovechará la pendiente que sube prácticamente la altura total del fondo norte, por lo que se ha previsto el trasplante de plantas afectadas y medidas para no afectar el césped natural que, en otra fase, será ampliado.
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