El exconcejal abrió las fiestas de este barrio de la capital arropado por vecinos y amigos.
Francisco Amizián está ligado desde su adolescencia al Cabo de Gata. Veraneos, estancias cortas a lo largo del año y “artesano” de muchos arreglos e instalaciones durante su época de concejal, siendo alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.
Hasta este año no había aceptado ser pregonero, pero la capacidad de convicción de María del Carmen Sánchez Segura, presidenta de la Asociación de Vecinos Las Sirenas, y del actual concejal de Deportes, Juan José Segura, consiguió que en la noche del viernes pasado el exconcejal de Deportes y de Obras Públicas, abriera con un emotivo discurso, las fiestas de este tan querido pueblo de la costa almeriense. “Posiblemente, este sí es el momento (del pregón) al margen de otras responsabilidades de gestión de las que no espero más reconocimiento que el de haber escuchado y hecho con sinceridad todo lo posible hasta el límite de los recursos y los procedimientos”, dijo el orador.
Varios centenares de cabogateros y amigos le acompañaban. Allí estaban el que fuera alcalde de Almería y actual senador del PP, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y su esposa, Guadalupe Hueso, los actuales concejales, Juan José Segura y toda su familia, Rafaela Abad y su esposo, Gabriel Alcoba, y Carlos Sánchez. Junto a ellos la esposa de Amizián, Elena de Ossorno y sus hijas, Patricia y Paula.
Ser pregonero es todo un honor para quienes aman este lugar: “cuando conocí por primera vez Cabo de Gata supe que este bendito rincón almeriense sería algo muy distinto en un futuro muy próximo, y también supe que el paso del tiempo haría más fuerte e irrenunciable nuestro vínculo”, dijo con una leve emoción. La emoción estaba justificada, pues no es lo mismo ser pregonero de Madrid o Sevilla que de Cabo de Gata: “conocí San Miguel de Cabo de Gata y la Almadraba de Monteleva en ese primer verano de mi adolescencia que me acercó a la verdadera percepción de playas vírgenes, sabor intenso a sal y, en definitiva, la esencia de la vida marinera con sus tradiciones y valores que hace de sus gentes y su modo de vida un compendio de experiencias y ejemplo de sacrificio y superación”.
El vínculo que une a los nacidos, a los residentes, a los veraneantes, a los visitantes con este entorno es muy especial. Ser de Cabo de Gata tiene su pedigrí, pero ser cabogatero es dos veces más que ser de Cabo de Gata. Pacoamizián es cabogatero. Ese entusiasmo es algo parecido a ser seguidor del Atlético de Madrid, modelo Paco Torres, el abogado defensor de los padres del buen niño Gabriel. O comparable también a ser zapillero, modelo Gorri, exjugador del Almeria, y dueño del bar La Salada, corazón del Zapillo. O homologable a las sufridoras y entusiastas peñas El Tomate o Milhojas (con Mónica Ruiz al frente) del Almería. Cabogateros entregados a la causa de su tierra como El Boni, el Restaurante Blanca Brisa, o Cafetería Antoñica, Bar Navas, Restaurante Mediterráneo, artículos de playa Juan Matías, Multiprecios Genoveva, Peluquería Inma, Chiribus, Sonia y Boni, El Charco, Manuel Muñoz del restaurante La Goleta y otros tantos. “Os pido que mantengáis y reforcéis el cariño por vuestra tierra. Nadie mejor que vosotros ha sabido contagiar al resto del mundo las excelencias de esta maravilla de la naturaleza que, junto a sus gentes, es la auténtica antesala del paraíso”, exclamó el pregonero. Como expresa el slogan de las ingeniosas camisetas del almeriense David García: “London, Tokyo, New York, Berlin, Cabogata”, Como muchos ilustres o no, nacidos en este pueblo marinero o no, a allí se necesita ir a “respirar, ver, hablar, sentir…”,. “Cabo de Gata se ha convertido en algo más que un parque natural. Para mí es un talismán, una bendición de la naturaleza que rivaliza entre la rústica severidad de la montaña volcánica y el suave vaivén del rompeolas más puro y cristalino. Y estas cosas son las que te atrapan. Así sucedió cuando mis padres me trajeron por primera vez, y así continúa sucediendo con mis hijas, que siguen manteniendo esta afortunada tradición”.
Escuchaban estas palabras los niños y niñas elegidos este año para ser coronados como damas y místers en distintas categorías: Alberto Cerdán Álvarez, Adriana Cerdán Álvarez, Leo Gázquez Requena, Noa Puig Sánchez, Pablo Luis Gutiérrez Giménez y la reina de las fiestas Noemí Hernández Martín.
En varios momentos de su parlamento se refirió al pescador del Cabo, de quien hay que aprender su manera de hacer: “Si es viento de levante o es poniente hay que afrontar la mar por la amura o por la aleta; estar atento a las corrientes y calcular el tiempo de regreso antes que la mar impere son furia”. Y tras los vivas al Cabo de Gata y a la Virgen del Mar, los cabogateros bailaron hasta las tres de la madrugada.
(La voz de Almería)
Comentarios
Publicar un comentario