Fundadora de TripWoman, una app para que las mujeres puedan sentirse seguras recorriendo mundo.
Tania Picado es la fundadora de TripWoman que desde hace un mes ya dispone de app para los sistemas Android. Se trata de una herramienta para que mujeres de todo el mundo se pongan en contacto a la hora de viajar.
Sororidad
Convertirse en anfitriona de una ciudad o, ante una urgencia, acompañar al médico a una compañera que no habla el idioma. Para cualquier casuística que pueda darse viajando se quiere que las mujeres tengan la facilidad de estar conectadas para ayudarse entre sí. Esa es la intención de esta app que cada vez tiene más descargas. “Queremos llevar un seguimiento de por dónde van yendo las usuarias de la app, para que en caso de que lo necesiten, otras mujeres de esa zona puedan ayudarlas”, explica Tania.
Crecimiento
Desde que se dieran a conocer el pasado mes de abril, lanzando el proyecto a través de Kickstarter, han crecido de una forma exponencial, llegando a más de 4.000 seguidoras entre sus diferentes redes sociales. Si bien no lograron su objetivo de crowdfunding, la aplicación salió adelante y cuando se corrijan los errores de la versión beta de Android, lanzarán la versión para iOS. La idea es tan innovadora que varios medios se han estado haciendo eco de su iniciativa. National Geographic España, por ejemplo, contó su historia este verano y más tarde llegaría Notimex, la agencia Mexicana de Noticias, que consiguió que seis medios más de ese país le dieran difusión. Súmandole el resto de apariciones en medios españoles, el impulso ha sido tal que ahora tienen descargas en toda América, India, Rusia, Tailandia o Australia. Además, han conseguido colaboraciones tanto en forma de inversión privada como en suma de miembros al equipo, que ahora también cuenta con una abogada.
Pasión
Tania Picado, almeriense afincada en Berlín, ha decidido no rendirse. Dejó su trabajo para dedicarse por completo al desarrollo de la aplicación y la gestión de la comunidad y no se arrepiente. “Merece la pena completamente”, afirma “a pesar de los riesgos económicos, pero a nivel emocional es lo que más llena”. Asegura que para entender su postura tiene mucho que ver la educación, ya que “nos educan de forma capitalista. Trabajar para consumir, no para buscar nuestros sueños y ser felices, de manera que hay quien nunca encuentra qué es lo que más le gusta”. Tania recomienda que “todos busquen lo que le apasiona, sea en la rama que sea, y si la rama no existe, que la creen”.
En cuanto a lo económico, Tania asegura que no ideó TripWoman con ánimo de hacer negocio sino por darle a la sociedad una herramienta que considera necesaria. Cree que otro tipo de economía, la colaborativa, es posible. “Si un viaje puede considerarse un lujo por el dinero que cuesta, nosotras planteamos que puedas hacerlo gastándote la mitad gracias a la ayuda que te ofrezcan otras personas”, explica.
Sin que suponga ninguna preocupación para la creadora, la rentabilidad de este proyecto está aún por llegar y están trabajando en diferentes opciones, como conservar una versión gratuita de la app y crear otra premium, o la inclusión de publicidad cuando logren una difusión más interesante para las marcas.
Necesidad
“El progreso es lento pero con pasión se consigue”. Porque si algo motiva a Tania es saber que esta app es cada vez más demandada. “Necesitamos TripWoman y si no fuera una obviedad, no tendríamos tantas descargas”.
Motivación
Recientemente se presentaron a un programa de financiación de empresas del que se fueron con las manos vacías en lo económico, pero no en lo personal. Antes de irse de la feria, se les acercaron mujeres adecirles que lamentaban que no lo hubieran conseguido, pero que por favor, siguieran adelante, porque TripWoman tenía que ser una realidad. Son los mismos mensajes de apoyo que Tania y su equipo reciben cada día por sus redes sociales. “No nos paran de llegar agradecimientos y mensajes de admiración de mujeres encantadoras que se declaran ‘nuestras fans’. Nos sorprende gratamente y les estamos muy agradecidas”, afirma.
Irresponsabilidad
Este verano se han vuelto a repetir las noticias de mujeres viajeras asesinadas, por eso, Tania afirma que “decir que somos libres, no sólo es mentira, es una irresponsabilidad”. Sin embargo, se encuentran hombres que puedan no entender la exclusividad femenina de esta herramienta. “Estamos excluídas en multitud de ámbitos de la sociedad. Un hombre no puede venir a acusar TripWoman de exclusión. Ellos no saben ni lo que es eso”, afirma.
Machismo
Tania explica que “hay quienes no se dan cuenta ni quieren ser conscientes de la realidad que sufrimos las mujeres”. Entiende que una app no va a acabar con los femicidios, además de que “un hombre no te pregunta si eres viajera o no a la hora de matarte”. Tania se estremece con cada femicidio y se enerva con quien no lo reconozca como tal y lo llame “asesinato, porque un asesinato tiene un móvil, pero a nosotras nos matan solo porque somos mujeres. Como cualquier ‘piropo’ o grito que nos increpen por la calle. Lo hacen porque creen que pueden”.
Educación
“Es cuestión de educación y mientras no cambie, seguiremos con la prudencia de protegernos. Tenemos que ser valientes, pero lamentablemente, serlo a veces nos sale caro. Por eso entre nosotras es más fácil darnos cuenta de la situación, reeducarnos, porque todas hemos crecido en una sociedad machista de la que tenemos que desaprender muchas cosas, y ayudarnos”, expone.
Cultura
Según Tania, al igual que se pide empatía a los hombres para entender la realidad femenina, también cabe pedirla a todas las mujeres que viajen para con aquellas mujeres que se encuentren en países con culturas históricamente de un machismo más grave que el de España. “Porque nuestro país es machista, pero ¿qué sabemos nosotras de ablación o de matrimonios infantiles concertados? Nada”. Considera que al viajar y explorar lugares diferentes es a quien llega a quien le toca adaptarse “porque tú no puedes cambiar años de evolución y la cultura de una persona”. “Hay que respetar permaneciendo en el rol de observadora para poder aprender de otras culturas e historias”, afirma. Desde esa empatía y respeto a las creencias diferentes, puede darse el caso de un intercambio cultural sorprendente. “Dar con una persona que sin forzar esté dispuesta a escuchar, es lo mejor que te puede pasar. Queremos que las mujeres se ayuden y aprendan las unas de las otras y para eso hay que saber pararse a escuchar y conocer”, explica.
(La voz de Almería)
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