Puigdemont y Junqueras no acuden a sus despachos

El protocolo a seguir es que los exconsellers pueden ir a sus despachos a recoger sus cosas.

La noticia este lunes es saber lo que ocurre en los despachos de los exconsellers de Puigdemont en el primer día laborable después de la aplicación del artículo 155. Fuentes del Gobierno han confirmado a la SER que el protocolo a seguir es que los exconsellers pueden ir a sus despachos a recoger sus cosas. Lo hacen acompañados por un mosso y si se niegan a irse, el mosso tiene instrucción de levantar atestado para el juez y fiscal.

Por ahora, a quien se ha visto en su despacho es al exconseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, que ha publicado una foto en Twitter sentado en su despacho, trabajando, y escribe: "En el despacho, ejerciendo lasresponsabilidades que nos ha encomendado el pueblo de Cataluña".

Por su parte, Carles Puigdemont, destituido por el Gobierno como presidente de la Generalitat,  no ha ido esta mañana al Palau. Sobre las 7:30 ha colgado en Instagram una fotografía del interior del edificio, con la frase "bon día", lo que ha generado despiste, pero la Cadena SER ha podido confirmar que el expresident no está dentro del edificio.

Tampoco han acudido a sus despachos ni el exvicepresidente Oriol Junqueras ni Toni Comín, exconseller de Salut; sí han llegado trabajadores y algunos varios cargos como el subdirector del Servicio catalán de Salud y la directora general de Planificación, que no consta por ahora que hayan sido destituidos.

Bermúdez de Castro, en Barcelona para coordinar

Roberto Bermúdez de Castro es el encargado de coordinar esa asunción de competencias que llevará a los ministerios del Gobierno de Rajoy a controlar el día a día de las consellerías de la Generalitat.

De hecho, Bermúdez de Castro ya fue el encargado de presidir la reunión con los subsecretarios de todos los ministerios en la que este fin de semana el Ejecutivo ha preparado la intervención de los departamentos de la Generalitat.

En la Moncloa confían en que no habrá resistencia por parte de los funcionarios y que su asunción de competencias será tranquila.

  (La voz de Almería)