En el Día Mundial de la Sepsis, se divulgan métodos de prevención.
Hoy se cumplen seis años de la primera vez que se celebró el Día Mundial de la Sepsis, una gran desconocida entre la sociedad a pesar de su extrema gravedad y su descubrimiento en la antigua Grecia. Bajo el eslogan ‘Frenar la sepsis salva vidas’, se inició una campaña global en Bruselas para difundir los detalles de esta enfermedad infecciosa y los protocolos de actuación entre los profesionales.
Aunque la sepsis o septicemia sigue sin ser un término familiar entre los ciudadanos, los centros hospitalarios han tomado conciencia de la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz. “Si hemos conseguido algo en estos años ha sido mejorar el código de actuación y una rápida coordinación, pero sobre todo se han ido desarrollando avances en el tratamiento”, asegura Felipe Díaz, director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna en el Complejo Hospitalario Torrecárdenas de Almería.
En la provincia, esta enfermedad invasiva que pasa de los órganos al torrente sanguíneo como respuesta del cuerpo a una infección afecta a 700 personas al año, de las cuales, cerca de 250 resultan víctimas mortales, según los datos aportados por la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SAMIUC). La cifra es, cuando menos, sorprendente si tenemos en cuenta que es 13 veces superior a los fallecidos por accidentes de tráfico y también bastante más elevada a las muertes causadas por cáncer de mama, páncreas o colon.
Síntomas
“Los médicos tienen que estar atentos al historial clínico del paciente, la presencia de fiebre elevada o hipotermia asociada a otros síntomas, como taquicardia, insuficiencia respiratoria, el aumento o disminución de los leucocitos en la sangre, pero también de las proteínas”, explica Díaz.
Desde la primera sospecha, el tiempo es clave para alcanzar la cura. “En los casos más graves en los que se entra en el llamado shock séptico, podemos salvar al 50% de los enfermos si los tratamos en la primera hora”, calcula Díaz.
Diagnóstico
En este punto, el director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna confirma que hay que tener en cuenta dos conceptos básicos: la rapidez del diagnóstico y la actuación inmediata protocolizada.
“Hay que estar muy atentos a lo que relatan el paciente o sus familiares, en los casos de menores o bebés. Esto, junto a la exploración, es primordial para activar el código sepsis”, insiste Díaz, que aclara que el protocolo consiste en la elaboración de determinadas pruebas clínicas como cultivos en la sangre y en otros órganos que confirmen la hipótesis.
CÓMO EVITAR EL SHOCK SÉPTICO, SEGÚN DÍAZ
1. Personas con el sistema inmunológico debilitado
Una de las recomendaciones del director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna de Torrecárdenas, Felipe Díaz, es estar bien vacunado contra gérmenes como el neumococo.
2. Pacientes hospitalizados
El propio personal del centro sanitario tendrá que comprobar que las vías intravenosas están correctamente colocadas y sin signos de infección, prestando especial atención a la higiene.
3. Ciudadanos aparentemente sanos
Cualquier individuo está en riesgo a pesar de llevar una vida normal y considerarse saludable. Ante cualquier signo de infección, deben recibir el tratamiento adecuado, aunque sea algo banal como una infección de orina con el fin de evitar complicaciones.
Tratamiento
A partir de ahí, la coordinación debe ser eficaz. “Lo primero que se intenta es estabilizar al paciente y administrarle por vía el antibiótico, incluso trasladarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) si la gravedad lo requiere”, comenta Díaz, a la vez que recuerda que “cualquier retraso de la medicación más allá de una hora, supone un importante aumento de la mortalidad”.
En cuanto a la formación del personal sanitario, Díaz garantiza que todos los médicos y residentes han recibido formación específica sobre cómo actuar ante una sepsis.
Aunque se trata de una afección que principalmente afecta a adultos de edad avanzada con enfermedades crónicas, recientemente trasplantados, sin bazo o sometidos a tratamientos como la quimioterapia que le debilitan el sistema inmunológico, también se producen casos en niños y bebés, donde el protocolo de diagnóstico y actuación viene a ser el mismo.
En menor medida, la sepsis afecta a personas de cualquier edad aparentemente saludables que han descuidado una infección que a priori podría ser sencilla de tratar.
(La voz de Almeria)
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