La rural rehabilita un centenario edificio en Las Palmas y lo convierte en su centro insular.
Cajamar acaba de estrenar sede en Canarias y lo ha hecho reeditando el modelo de la Casa de las Mariposas, en la almeriense Puerta Purchena: en 2014 compró el edificio Triana, un majestuoso inmueble centenario en estado muy deteriorado, en pleno corazón urbano de Las Palmas, y cuatro años después lo ha convertido en su centro de operaciones insular.
El inmueble, cuyo nombre tiene su origen en la Conquista del archipiélago con presencia de soldados sevillanos, lo compró Cajamar a la Cámara de Comercio de Las Palmas por 7,7 millones de euros y fue sede de Monte de Piedad de Las Palmas en sus inicios. Tiene tres plantas con más de 680 metros cuadrados. La fachada principal es de tipo ecléctico y academicista. Se subrayaría el balaustre de la planta noble. El edificio tiene un proyecto de 1916 y su finalidad era ser vivienda Jaime Sintes Llabres.
Desde 1940, el edificio era de Insular de Ahorros, que comenzó a funcionar en esa época. Llegó a tener que convivir con el Banco Hispano-Americano en su planta baja. Hace diez años, Caja Insular se mudó a un edificio cercano y se lo vendió a la Cámara de Comercio de Gran Canaria que no pudo afrontar su rehabilitación coincidiendo con el campo normativo que ya no hacía obligatorio el pago de cuotas a esta institución.
El arquitecto fue el canario Pelayo López y Martín Romero cuando era funcionario del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
En Almería, Cajamar hizo algo similar con el céntrico edificio de la Casa de Las Mariposas, diseñado por Trinidad Cuartara para la familia Campos-Rapallo. El inmueble, tras ser rehabilitado es ahora el principal centro cultural de la cooperativa de crédito almeriense, sede de su fundación y de una céntrica sucursal.
“Este edificio era una asignatura pendiente”, indicó el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, presente en la inauguración de las oficinas de Canarias esta misma semana.
Baamonde dijo que la globalización les había obligado a crecer “para ser más fuertes” aunque, resaltó, siguen siendo fieles a su misión: “ser un instrumento útil al territorio y a la economía local”.
Eduardo Baamonde ha destacado que “la diferenciación de Cajamar, como banca social cooperativa, por su naturaleza jurídica y modelo de negocio focalizado hacia las personas, la economía social y el sector agroalimentario es lo que le está permitiendo incrementar su actividad y ganar cuota de mercado en un contexto extraordinariamente competitivo”.
El nuevo Plan Estratégico 2018-2020 tiene como objetivo reforzar la singularidad y especialización del Grupo Cooperativo Cajamar.
(La voz de Almeria)
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