Si son ustedes algo perezosos y aún no han escrito la carta de rigor a sus majestades los Reyes Magos de Oriente ahí va una propuesta para incluir entre sus deseos: un billete de avión desde Almería con destino a Madrid. No es broma, sino todo lo contrario, y es que el precio al que se paga el pasaje, en estas fechas, no está al alcance de todos, sino más bien está en las alturas.
Si hacen la prueba y tratan de reservar un billete ida y vuelta, con destino a la capital de España para el próximo mes de enero, comprobaran que el importe puede llegar a superar la nada desdeñable cifra de 1.000 euros. Sí, tal cual, no es un error, es el coste al que los almerienses debemos hacer frente para poder pasear por la Castellana, visitar el Museo del Prado o ver un partido de fútbol de la Liga de las Estrellas, en avión, claro está.
Precios
Prohibitivos que no son nuevos y que se repiten en importes similares a lo largo del año. 400 ó 500 euros ha llegado a ser un coste casi usual para los ciudadanos de la provincia.
El lastre en materia de comunicaciones que tiene Almería es histórico, demandas que se eternizan en busca de soluciones que no llegan pero que se hacen más sorprendentes si caben cuando comparamos el precio de viajar dentro del territorio español con traslados al extranjero.
Por ejemplo: con 900 euros que nos podría costar el trayecto hasta Barajas podríamos visitar, también en el mes de enero, Méjico, Cuba o República Dominicana. Con más detalle aún, sepan que podríamos contratar un paquete de vuelo, hotel y traslados a Riviera Maya y nos sobrarían 30 euros, o podríamos permanecer una semana en La Habana y ahorraríamos 160 euros con respecto a los 900 iniciales. Las consecuencias de las tarifas tienen su repercusión en el sector turístico y de negocios de la provincia. Se hace difícil competir con otros destinos con estos costes y mantener relaciones comerciales fluidas.
En primera persona
Un reciente ejemplo de los cambios de planes que el precio del vuelo hasta la capital lleva aparejado lo sufrió la delegación del Partido Socialista de Almería que acudió al Comité Federal que se celebró el pasado lunes en la sede de Ferraz, en Madrid.
El propio secretario provincial, José Luis Sánchez Teruel, optó por trasladarse en su vehículo ante los 900 euros desorbitados que costaba volar de Almería a la capital. Una reserva que se iba a realizar el pasado 23 de diciembre, con cuatro días de antelación a la partida. Sánchez Teruel confirmó en la cadena SER que “estos precios lastran a todos y que, de una vez por todas, se deben corregir porque es un claro perjuicio para la actividad económica y para las empresas relevantes de la provincia que no pueden asumir estos costes de manera rutinaria y finalmente, optan por el transporte rodado”.
La delegación del PSOE renunció a volar al Comité de Madrid por el coste del billete, 900 €
Si hacen la prueba y tratan de reservar un billete ida y vuelta, con destino a la capital de España para el próximo mes de enero, comprobaran que el importe puede llegar a superar la nada desdeñable cifra de 1.000 euros. Sí, tal cual, no es un error, es el coste al que los almerienses debemos hacer frente para poder pasear por la Castellana, visitar el Museo del Prado o ver un partido de fútbol de la Liga de las Estrellas, en avión, claro está.
Precios
Prohibitivos que no son nuevos y que se repiten en importes similares a lo largo del año. 400 ó 500 euros ha llegado a ser un coste casi usual para los ciudadanos de la provincia.
El lastre en materia de comunicaciones que tiene Almería es histórico, demandas que se eternizan en busca de soluciones que no llegan pero que se hacen más sorprendentes si caben cuando comparamos el precio de viajar dentro del territorio español con traslados al extranjero.
Por ejemplo: con 900 euros que nos podría costar el trayecto hasta Barajas podríamos visitar, también en el mes de enero, Méjico, Cuba o República Dominicana. Con más detalle aún, sepan que podríamos contratar un paquete de vuelo, hotel y traslados a Riviera Maya y nos sobrarían 30 euros, o podríamos permanecer una semana en La Habana y ahorraríamos 160 euros con respecto a los 900 iniciales. Las consecuencias de las tarifas tienen su repercusión en el sector turístico y de negocios de la provincia. Se hace difícil competir con otros destinos con estos costes y mantener relaciones comerciales fluidas.
En primera persona
Un reciente ejemplo de los cambios de planes que el precio del vuelo hasta la capital lleva aparejado lo sufrió la delegación del Partido Socialista de Almería que acudió al Comité Federal que se celebró el pasado lunes en la sede de Ferraz, en Madrid.
El propio secretario provincial, José Luis Sánchez Teruel, optó por trasladarse en su vehículo ante los 900 euros desorbitados que costaba volar de Almería a la capital. Una reserva que se iba a realizar el pasado 23 de diciembre, con cuatro días de antelación a la partida. Sánchez Teruel confirmó en la cadena SER que “estos precios lastran a todos y que, de una vez por todas, se deben corregir porque es un claro perjuicio para la actividad económica y para las empresas relevantes de la provincia que no pueden asumir estos costes de manera rutinaria y finalmente, optan por el transporte rodado”.
La delegación del PSOE renunció a volar al Comité de Madrid por el coste del billete, 900 €
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