Destacan Sebastián Castella por su gran regularidad y Alberto López Simón, quien encabeza un grupo de diestros que se presentan como interesantes novedades para 2016.
La temporada 2015, que estuvo marcada por ser una de las más sangrientas de la última década y por los ataques de antitaurinos y de grupos políticos, ha supuesto un año de transición en lo artístico, con varias figuras veteranas arropadas en carteles redondos y un puñado de interesantes diestros novedosos. Pese a lo citado anteriormente y a la crisis económica, pasaron por taquilla seis millones de espectadores y se celebró prácticamente el mismo número de espectáculos que el año anterior en plazas de toros (1.145); aumentando los festejos populares.
Si recorremos el escalafón superior -176 matadores de toros; imposible analizar a todos ellos en este espacio- nos encontramos con que el torero que ha completado la temporada más interesante ha sido el francés Sebastián Castella, gracias a su regularidad, y dentro de las novedades ha brillado Alberto López Simón en un año en el que el liderato estadístico lo ha ocupado David Fandila El Fandi, quien ha sumado 69 corridas y ha cortado 156 orejas.
Castella, quien abrió la Puerta Grande de Las Ventas en San Isidro, dejó muestras de su buen momento en plazas como Valencia, Nimes, Beziers, Gijón, Ciudad Real, Palencia, Valladolid y Salamanca; cuajando su mejor faena en Roquetas de Mar a un toro de Zalduendo.
López Simón arrancó con dos salidas a hombros en Madrid y, pese a varias cornadas -toreó en varias ocasiones con las heridas abiertas- convenció en Pamplona, Aranjuez, Albacete, Nimes, Sevilla y Zaragoza para cerrar con una tercera Puerta Grande en Las Ventas en la Feria de Otoño.
Junto a esas promesas que encabeza López Simón destacan José Garrido y Roca Rey, quienes se doctoraron en Sevilla y Nimes, respectivamente.
José María Manzanares, en el año en el que guardó luto por la muerte de su padre -el maestro del mismo nombre-, concretó una temporada desigual, cuyos mejores momentos los logró en Sevilla, Valencia, Arles, Dax, Beziers, Granada y Albacete.
Julián López El Juli, Alejandro Talavante, José Antonio Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera, quienes no pasaron por Sevilla, tampoco lograron éxitos en Madrid. El Juli consiguió un buen nivel en Valencia, Cáceres, Bilbao, Albacete y Zaragoza. Talavante aportó su fantasía en faenas como las de Olivenza, Córdoba y Zaragoza. Morante de la Puebla apuntó su personalidad en Valencia, Málaga y San Sebastián, entre otras plazas. Y Perera vivió una de las temporadas más duras de su carrera, con una gravísima cornada en Salamanca, logrando su mejor cota artística en plazas de primera en Málaga ante un toro de Daniel Ruiz. Ponce, incombustible, ha dejado su huella en varias faenas.
Ruiz Miguel, Espartaco y Eduardo Dávila Miura protagonizaron tres efemérides históricas y triunfales. El primero, con su retirada definitiva en su tierra, San Fernando. El segundo, al retornar y despedirse en Sevilla y el tercero al enfrentarse a miuras, toros de la ganadería familiar, que cumplía 75 años consecutivos lidiando en la Maestranza. Más allá de los ruedos destacó la concesión de la Medalla de Oro en las Bellas Artes a Manuel Benítez El Cordobés.
Entre los toreros que han dado un paso al frente importante ante ganaderías duras se encuentran Diego Urdiales, Paco Ureña, Rafaelillo y Antonio Ferrera. En 2016, al resto de novedades, se unirán los castigados Jiménez Fortes y David Mora.
El escalafón novilleril, con 141 espadas, ha quedado encabezado por Ginés Marín -40 novilladas y 66 orejas-, Joaquín Galdós y Varea. Y en cuanto al rejoneo han mandado Pablo Hermoso de Mendoza -50 corridas y 84 orejas-, Diego Ventura y Leonardo Hernández.
En las ganaderías han destacado, entre otras, Fuente Ymbro, Adolfo Martín, Alcurrucén y Núñez del Cuvillo.
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