Los barones llegan a un acuerdo que debe sellarse hoy en el Comité Federal para que Sánchez negocie con Podemos un pacto de Gobierno si excluye el referéndum catalán.
En la víspera del Comité Federal, que hoy tendrá que dilucidar la estrategia de pactos que deberá seguir su secretario general, Pedro Sánchez, de cara a la formación de un posible Gobierno que mande definitivamente al PP a los bancos de la oposición, la dirección del PSOE se esforzó ayer por transmitir a su militancia y a sus electores que no hay fisuras que debiliten el músculo que el partido ha exhibido después del 20-D. Siendo el peor resultado electoral del PSOE, el escrutinio global -descenso del PP, auge de Podemos- permitió a Sánchez mostrarse correoso ante Mariano Rajoy en su cita en La Moncloa: el dirigente socialista adelantó al presidente en funciones la negativa de su partido a apoyar su investidura al tiempo que dejó entrever un acercamiento a Podemos. Y aquí brotaron las principales diferencias.
Algunos de los más influyentes barones del partido, con la presidenta andaluza, Susana Díaz, a la cabeza, expresaron su malestar por esa posible sintonía con la formación que lidera Pablo Iglesias, que no dudó ni un minuto en condicionar el respaldo de su partido a que se dé luz verde a un referéndum en Cataluña. La contundente oposición a esta posibilidad manifestada de inmediato por Díaz y otros dirigentes territoriales del PSOE empujó a Sánchez a no dejar dudas: "Preservaré la unidad de España", proclamó.
Posiblemente ha sido esta claridad la que ayer, después de cinco horas de reunión, pudo influir en la decisión de los barones socialistas para no escatimar su respaldo al secretario general para que intente formar gobierno en caso de que el PP no lo consiga. Fuentes de Ferraz informaron anoche de que los dirigentes socialistas otorgaron este aval a Sánchez durante la reunión preparatoria del Comité Federal convocado para hoy.
Ese posicionamiento de los barones llegó a conocerse con la reunión aún en marcha. Las mismas fuentes avanzaron que la cúpula socialista concretó una postura común a favor de que se agoten "todas las posibilidades" con el fin de evitar la repetición de las elecciones. Eso sí, Sánchez y los barones reafirmaron que hay una sintonía absoluta en su posición de no apoyar la investidura de Rajoy ni de ningún otro candidato que pudiera presentar el PP.
A partir de ahí, esperarán a ver si el PP es capaz de conformar una mayoría de gobierno y, en caso de que no lo logre, el candidato socialista podrá explorar si hay opción de conseguir una mayoría alternativa. Sánchez y los barones concluyeron anoche en la plasmación de este acuerdo en una resolución que se aprobará hoy en el Comité Federal, el máximo órgano del partido entre congresos al que compete fijar los criterios que deben marcar la estrategia para negociar los pactos de gobierno.
La reunión dio comienzo una hora más tarde de la que había sido convocada -a las 18.00-, después de la incorporación de los dirigentes territoriales, salvo el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que lo hizo sobre las 21:00. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que tuvo que abandonar la reunión por motivos personales, expresó su satisfacción por cómo se desarrolló la reunión: "Ha ido bien. Salimos reforzados todos, que es de lo que se trata".
También en declaraciones a los periodistas, durante el receso que ha habido en torno a las 22:30, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se limitó a decir que "va todo bien", sin dar más detalles. Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, aseguró que la reunión en Ferraz fue "bien". "Salimos reforzados todos, que es de lo que se trata", aseguró.
El secretario de Acción Política y Ciudadanía, Patxi López, subrayó que brota un "frente pro PSOE" del encuentro. El dirigente vasco rechazó así la posibilidad de un "frente anti Sánchez" en el mismo seno del partido. "No, hay un frente pro PSOE", porque "lo que toca es defender el proyecto socialista". López defendió que en el Comité Federal siempre hay "debate interno" y "contraste de ideas" y subrayó que las "líneas rojas" del PSOE en materia de acuerdos están en sus principios. A la cita de ayer acudieron todos los dirigentes territoriales del partido, incluidos los siete presidentes autonómicos: Susana Díaz (Andalucía), Javier Fernández (Asturias), Javier Lambán (Aragón), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emilio García-Page (Castilla-La Mancha), Francina Armengol (Baleares) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana). El presidente valenciano en un principio no iba a asistir, pero después confirmó su presencia.
Además, también participaron varios miembros de la dirección de Pedro Sánchez, empezando por la presidenta del partido, la anzaluza Micaela Navarro. También estuvieron en Ferraz el secretario de Organización, César Luena, y los portavoces en el Congreso, Antonio Hernando, y el Senado, Óscar López, además de la portavoz del Comité Electoral, María González Veracruz. La reunión se celebró a puerta cerrada en la sede federal del partido.
A la salida, Susana Díaz fue lacónica ante los medios y dijo que "va a haber una sola resolución", no dos, en el Comité Federal de hoy y apuntó que "creemos que va a ser posible" un acuerdo para intentar formar Gobierno.
En los últimos días se pusieron de manifiesto las diferencias entre la dirección federal y algunas federaciones, empezando por la más numerosa, la de Andalucía. Sánchez defendió en rueda de prensa que es a él a quien corresponde decidir la política de pactos, pero Díaz y el manchego Emiliano García-Page respondieron que es competencia del Comité Federal. Con la cita de anoche, Sánchez trató de acercar posturas antes del cónclave de hoy.
Comentarios
Publicar un comentario