La Audiencia Provincial de Almería ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa abierta a raíz de la explosión que acabó con la vida del artificiero de la Guardia Civil Emiliano Quintana el pasado mes de julio cuando se encontraba en el aparcamiento subterráneo de la Comandancia de Almería.
El auto de la Sección Segunda se aviene al informe evacuado por el Ministerio Fiscal, que rechazo solicitar la práctica de nuevas diligencias e interesó el archivo ya que, de la prueba practicada, se desprende que se trató de un accidente sin responsabilidad penal, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
El Juzgado de Instrucción 4 de Almería dio por finalizada en noviembre la investigación sin procesamientos y trasladó la resolución por la que concluía el sumario al fiscal para que informase. Como no lo impugnó, el procedimiento se elevó a la Audiencia Provincial que ha decidido que procede decretar el archivo de las actuaciones.
Cabe recordar que el atestado remitido al juzgado instructor concluyó que el material explosivo del que estaba dotado el furgón en el que se produjo la deflagración se encontraba "estable" y en "buen estado" y reflejó que el Tedax Emiliano Quintana comunicó minutos antes de que se produjese la detonación en el aparcamiento subterráneo de la Comandancia que "estaba arreglando papeles".
Asimismo, hay aportado un segundo informe pericial al sumario, de naturaleza militar, en el que se que llega también a la conclusión de que se trató de un accidente. En la causa ha estado personada la viuda del agente, quien ha ido solicitando que se le dé información puntual de los hallazgos producidos a lo largo de la instrucción.
Según trascendió de lo actuado por el Juzgado de Instrucción 4 de Almería, Emiliano Quintana, agente del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (Gedex) de la Guardia Civil, con "ejemplar" trayectoria y "muchos años de experiencia, con destino, incluso, en el País Vasco", había dedicado parte de la mañana del 15 de julio a lavar el furgón donde se registró la explosión.
Poteriormente, lo introdujo en el garaje antes de finalizar su servicio, a las 13,00 horas ,si bien testigos que han depuesto a lo largo de la investigación aseguraron que minutos antes del suceso dijo a estos que estaba en dependencias oficiales "arreglando papeles".
Quintana fue visto, asimismo, momentos antes del accidente en la cafetería de la Comandancia, donde fue a comprar una botella de agua. Allí reiteró que se encontraba en el sótano, donde estaba aparcada la furgoneta del equipo Gedex, realizando labores de papeleo, y, a continuación, abandonó el lugar para dirigirse nuevamente al aparcamiento subterráneo.
La instrucción desveló, asimismo, que el agente, que comenzaba sus vacaciones al día siguiente, se había encargado esa mañana, además de lavar el vehículo, de ordenar y revisar el material que contenía la furgoneta, aunque este se encontraba "en buen estado" y era "muy estable y seguro".
Operación de mantenimiento "habitual"
Aún así, habría trasladado a compañeros su intención de acudir a dependencias policiales al día siguiente para realizar una operación de "mantenimiento" consistente en "sanear" una madeja de cordón detonante, lo que en ningún caso, según ahondan las periciales incorporadas a la causa, supone que el citado material de dotación estuviera en "malas condiciones".
Se trataría, según esos mismos informes, de una operación "habitual" que se desarrolla con "asiduidad" ya que únicamente consiste en cortar el trozo de mecha estropeado y sellar nuevamente las puntas.
Pocas horas después de la explosión mortal, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ya se pronunció en esta línea y aseguró que el furgón en el que se originó el estallido "llevaba menos material" explosivo del que se establece que "puede y debe llevar en dotación". "Ese material estaba perfectamente, en condiciones adecuadas e inluso con menor carga de la que lleva habitualmente", insistió.
Compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y allegados dieron el último adiós al guardia 1º Emiliano Quintana, 50 años y natural de Granada, en un emotivo y solemne funeral en el que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, hizo entrega a su viuda de la Cruz de Plata al mérito de la Guardia Civil, que le fue concedida a título póstumo.
La Audiencia Provincial decide el sobreseimiento al concluir que se trató de un accidente sin responsabilidad penal
El auto de la Sección Segunda se aviene al informe evacuado por el Ministerio Fiscal, que rechazo solicitar la práctica de nuevas diligencias e interesó el archivo ya que, de la prueba practicada, se desprende que se trató de un accidente sin responsabilidad penal, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
El Juzgado de Instrucción 4 de Almería dio por finalizada en noviembre la investigación sin procesamientos y trasladó la resolución por la que concluía el sumario al fiscal para que informase. Como no lo impugnó, el procedimiento se elevó a la Audiencia Provincial que ha decidido que procede decretar el archivo de las actuaciones.
Cabe recordar que el atestado remitido al juzgado instructor concluyó que el material explosivo del que estaba dotado el furgón en el que se produjo la deflagración se encontraba "estable" y en "buen estado" y reflejó que el Tedax Emiliano Quintana comunicó minutos antes de que se produjese la detonación en el aparcamiento subterráneo de la Comandancia que "estaba arreglando papeles".
Asimismo, hay aportado un segundo informe pericial al sumario, de naturaleza militar, en el que se que llega también a la conclusión de que se trató de un accidente. En la causa ha estado personada la viuda del agente, quien ha ido solicitando que se le dé información puntual de los hallazgos producidos a lo largo de la instrucción.
Según trascendió de lo actuado por el Juzgado de Instrucción 4 de Almería, Emiliano Quintana, agente del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (Gedex) de la Guardia Civil, con "ejemplar" trayectoria y "muchos años de experiencia, con destino, incluso, en el País Vasco", había dedicado parte de la mañana del 15 de julio a lavar el furgón donde se registró la explosión.
Poteriormente, lo introdujo en el garaje antes de finalizar su servicio, a las 13,00 horas ,si bien testigos que han depuesto a lo largo de la investigación aseguraron que minutos antes del suceso dijo a estos que estaba en dependencias oficiales "arreglando papeles".
Quintana fue visto, asimismo, momentos antes del accidente en la cafetería de la Comandancia, donde fue a comprar una botella de agua. Allí reiteró que se encontraba en el sótano, donde estaba aparcada la furgoneta del equipo Gedex, realizando labores de papeleo, y, a continuación, abandonó el lugar para dirigirse nuevamente al aparcamiento subterráneo.
La instrucción desveló, asimismo, que el agente, que comenzaba sus vacaciones al día siguiente, se había encargado esa mañana, además de lavar el vehículo, de ordenar y revisar el material que contenía la furgoneta, aunque este se encontraba "en buen estado" y era "muy estable y seguro".
Operación de mantenimiento "habitual"
Aún así, habría trasladado a compañeros su intención de acudir a dependencias policiales al día siguiente para realizar una operación de "mantenimiento" consistente en "sanear" una madeja de cordón detonante, lo que en ningún caso, según ahondan las periciales incorporadas a la causa, supone que el citado material de dotación estuviera en "malas condiciones".
Se trataría, según esos mismos informes, de una operación "habitual" que se desarrolla con "asiduidad" ya que únicamente consiste en cortar el trozo de mecha estropeado y sellar nuevamente las puntas.
Pocas horas después de la explosión mortal, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ya se pronunció en esta línea y aseguró que el furgón en el que se originó el estallido "llevaba menos material" explosivo del que se establece que "puede y debe llevar en dotación". "Ese material estaba perfectamente, en condiciones adecuadas e inluso con menor carga de la que lleva habitualmente", insistió.
Compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y allegados dieron el último adiós al guardia 1º Emiliano Quintana, 50 años y natural de Granada, en un emotivo y solemne funeral en el que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, hizo entrega a su viuda de la Cruz de Plata al mérito de la Guardia Civil, que le fue concedida a título póstumo.
La Audiencia Provincial decide el sobreseimiento al concluir que se trató de un accidente sin responsabilidad penal
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