La Feria, como casi todo en la vida, tiene sus propias fases, reglas y tradiciones. Y si la costumbre del miércoles es que los jóvenes acudan en masa a El Arenal para aprovechar el descuento en los precios o la del primer día es dar la bienvenida a la fiesta con fuegos artificiales, pues la del domingo -día familiar por excelencia- es acudir al recinto rodeado de los seres más allegados para pasar un buen rato y disfrutar con ellos, despojarte de la pesada carga de la rutina y dedicarles un tiempo del que no se suele disponer entre semana o en otras épocas del año.
Tras la fiebre del sábado noche, en la que la música sonó hasta bien entrada la madrugada y los grupos de jóvenes lo dieron todo en la pista de baile, la jarana dio paso a otro tipo de ambiente festivo, menos de música discotequera y más de rumba y sevillana, menos de whisky con red bull y más de cerveza y buen vino, tortilla, flamenquín y tertulia post almuerzo. En la feria no hay prisas y hay tiempo para todo.
Durante el domingo, las familias son las auténticas protagonistas, y sin restar importancia a otros grupos de personas como los amigos de toda la vida, que aprovechan esta fiesta para reencontrarse, o las despedidas de soltero -muy comunes durante los últimos años en la capital cordobesa- la estampa más característica del día son padres, madres, hermanos, tíos, hijos y abuelos paseando juntos por el recinto, fotografiando el momento con sus smarthpones y, por supuesto, celebrando el encuentro con un buen almuerzo, de ahí que durante este último día del fin de semana las casetas con un perfil más discotequero cedan el protagonismo a las más familiares, las que tienen buenas cocinas, como la de las hermandades o asociaciones, o las que son prácticamente restaurantes.
Conforme se van acercando las horas cercanas al almuerzo la feria se va llenando de gente -muchos vestidos de gitana- y el tiempo, además , acompaña. El calor, para ser mayo, no aprieta, lo cual se agradece. El sol se esconde por momentos detrás de unas nubes que conforme fue avanzando la tarde amenazaron con traer agua y el paseo es bastante agradable para la mayoría de las familias. Eso sí, el viento irrumpe con ráfagas de vez en cuando, lo que provoca más de un estornudo entre los alérgicos al polvo y a las gramíneas, que no son pocos en esta épocas del año.
Son cerca de las 13:00 y la familia Jiménez-Peña, de seis miembros, acaba de llegar a la Portada. El plan, según comenta el padre, está bastante claro: "ahora mi mujer se lleva a nuestros hijos para que se monten en algún cacharrito y yo les doy una vuelta a mis padres en el trenecito, después, comeremos en alguna de las casetas, aunque aún no sabemos dónde". En el recinto de El Arenal se puede ver pasar a una gran cantidad de niños acompañados por su familia y las atracciones, sobre todo las infantiles, no paran de funcionar. En la Feria, las opciones para pasarlo bien, sobretodo para los pequeños, son muy numerosas. Muchos de ellos se dan cita en la caseta municipal para disfrutar de la actuación infantil Piruleta Gominola y del pasacalles de animación a cargo de los Tvñeco, dos de las actividades organizadas por el Ayuntamiento e incluidas en el programa de la Feria 2015 con el objetivo de amenizar la fiesta. "Hemos venido aquí -a la caseta municipal- porque nos hemos enterado de que había una actividad para los niños", comenta Miriam Roldán, madre de uno de ellos, "así, los peques no se aburren y se lo pasan bien mientras nosotros nos tomamos algo". Los amantes de El Rocío -que ayer vivió su día grande en Almonte-, también pudieron disfrutar en primera persona del maratón de coros rocieros que se celebró durante toda la tarde en diferentes puntos del recinto ferial. Todo un conjunto de alternativas de ocio encaminadas a poner el broche de oro a un día marcado fundamentalmente por la presencia de familias. Eso sí, según comentan los Flores-Moyano, que todos los años acuden juntos a comer, esta vez no ha podido venir "nuestro hijo mayor", por que le ha tocado "pringar" en la mesa electoral. En cualquier caso, destacan, ya "irá otro día", que la feria es muy larga y hay tiempo para todo.
Miles de personas acuden a El Arenal en el primer domingo de la Feria de Nuestra Señora de la Salud para almorzar, pasarlo bien y disfrutar de la fiesta acompañados de sus seres más allegados
Tras la fiebre del sábado noche, en la que la música sonó hasta bien entrada la madrugada y los grupos de jóvenes lo dieron todo en la pista de baile, la jarana dio paso a otro tipo de ambiente festivo, menos de música discotequera y más de rumba y sevillana, menos de whisky con red bull y más de cerveza y buen vino, tortilla, flamenquín y tertulia post almuerzo. En la feria no hay prisas y hay tiempo para todo.
Durante el domingo, las familias son las auténticas protagonistas, y sin restar importancia a otros grupos de personas como los amigos de toda la vida, que aprovechan esta fiesta para reencontrarse, o las despedidas de soltero -muy comunes durante los últimos años en la capital cordobesa- la estampa más característica del día son padres, madres, hermanos, tíos, hijos y abuelos paseando juntos por el recinto, fotografiando el momento con sus smarthpones y, por supuesto, celebrando el encuentro con un buen almuerzo, de ahí que durante este último día del fin de semana las casetas con un perfil más discotequero cedan el protagonismo a las más familiares, las que tienen buenas cocinas, como la de las hermandades o asociaciones, o las que son prácticamente restaurantes.
Conforme se van acercando las horas cercanas al almuerzo la feria se va llenando de gente -muchos vestidos de gitana- y el tiempo, además , acompaña. El calor, para ser mayo, no aprieta, lo cual se agradece. El sol se esconde por momentos detrás de unas nubes que conforme fue avanzando la tarde amenazaron con traer agua y el paseo es bastante agradable para la mayoría de las familias. Eso sí, el viento irrumpe con ráfagas de vez en cuando, lo que provoca más de un estornudo entre los alérgicos al polvo y a las gramíneas, que no son pocos en esta épocas del año.
Son cerca de las 13:00 y la familia Jiménez-Peña, de seis miembros, acaba de llegar a la Portada. El plan, según comenta el padre, está bastante claro: "ahora mi mujer se lleva a nuestros hijos para que se monten en algún cacharrito y yo les doy una vuelta a mis padres en el trenecito, después, comeremos en alguna de las casetas, aunque aún no sabemos dónde". En el recinto de El Arenal se puede ver pasar a una gran cantidad de niños acompañados por su familia y las atracciones, sobre todo las infantiles, no paran de funcionar. En la Feria, las opciones para pasarlo bien, sobretodo para los pequeños, son muy numerosas. Muchos de ellos se dan cita en la caseta municipal para disfrutar de la actuación infantil Piruleta Gominola y del pasacalles de animación a cargo de los Tvñeco, dos de las actividades organizadas por el Ayuntamiento e incluidas en el programa de la Feria 2015 con el objetivo de amenizar la fiesta. "Hemos venido aquí -a la caseta municipal- porque nos hemos enterado de que había una actividad para los niños", comenta Miriam Roldán, madre de uno de ellos, "así, los peques no se aburren y se lo pasan bien mientras nosotros nos tomamos algo". Los amantes de El Rocío -que ayer vivió su día grande en Almonte-, también pudieron disfrutar en primera persona del maratón de coros rocieros que se celebró durante toda la tarde en diferentes puntos del recinto ferial. Todo un conjunto de alternativas de ocio encaminadas a poner el broche de oro a un día marcado fundamentalmente por la presencia de familias. Eso sí, según comentan los Flores-Moyano, que todos los años acuden juntos a comer, esta vez no ha podido venir "nuestro hijo mayor", por que le ha tocado "pringar" en la mesa electoral. En cualquier caso, destacan, ya "irá otro día", que la feria es muy larga y hay tiempo para todo.
Miles de personas acuden a El Arenal en el primer domingo de la Feria de Nuestra Señora de la Salud para almorzar, pasarlo bien y disfrutar de la fiesta acompañados de sus seres más allegados
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