MUCHAS PERSONAS REALIZAN UNA LABOR MAS DISCRETA, PERO FUNDAMENTAL
Un evento de dimensiones extraordinarias como la Feria de Córdoba requiere una coordinación eficaz para que todo discurra con normalidad. A parte de cocineros, camareros o vigilantes, hay personas que realizan una labor menos conocida, pero vital en el buen funcionamiento de esta ciudad efímera.
En primer lugar, miles de personas acuden durante nueve días al recinto y en la mayoría de los casos, usan sus vehículos privados. Se requiere una gran extensión de terreno para que los conductores puedan encontrar facilidades y comodidad a la hora de dejar su vehículo. Es el caso del párking público situado al otro lado de la A-4. Su responsable, José Antonio Siles, vela por el buen funcionamiento de los accesos de entrada y salida, así como la labor de las personas que aparcan, ordenadamente, los vehículos.
Aunque se suelen respetar tanto las indicaciones de las señales como de los aparcacoches , "suele haber problemas todas las noches, sobre todo cuando ciertas personas han bebido demasiado", insistió Siles. "Pero son hechos puntuales; en general, no suele haber problemas".
A parte de los vehículos privados, hay otras personas que prefieren acudir al recinto ferial a caballo. En este caso, para preservar la estampa clásica de coches de caballos o jinetes ataviados, Fernando Vega y Gregorio Ruano controlan todos los aspectos vinculados a los caballos desde el puesto de control, junto a la portada. "La gente está más concienciada con la salud de los animales", insiste Vega, veterinario que se encarga de que los caballos lleguen en buen estado o que no presenten lesiones. Mientras que Ruano gestiona toda la documentación tanto del animal como del coche, así como que el jinete esté vestido de manera adecuada.
Otro tipo de transporte que tiene bastantes adeptos es el tren neumático. En total, hay tres que circulan por El Arenal. Uno de sus conductores, Francisco García, lleva cuatro años conduciendo este tren. En algunos casos, hay grupos discrecionales --por la mañana-- de excursiones de mayores o personas con discapacidad, "donde nosotros los llevamos donde quieran". Es un transporte que se impregna del ambiente, "ya que la gente va contenta y cantando sevillanas".
Como tónica habitual, muchas familias acuden a las casetas para comenzar la jornada. Los padres suelen estar comiendo, pero al mismo tiempo, deben estar pendientes de sus hijos. Aquí juegan un papel importante las empresas de animación que, desde hace varios años, acuden a las casetas para "que los padres descansen y pueden comer de manera relajada", comentó Saray Fernández, monitora de Escudero Animaciones.
A diferencia de un cumpleaños o bautizo, "en una caseta no sabes cuantos niños te puedes encontrar, pero se puede organizar bien". En la caseta La Castañuela de Madera , esta empresa realizó talleres de pulseras y dibujos para los más pequeños, mientras que para otros más mayores instalaron tres televisores con Play Station y Wii. Para cerrar, una monitora de zumba hizo bailar a todos los niños presentes.
Estas personas demuestran que la Feria de la Salud es una buena ocasión para trabajar y de este modo, contribuir a un desarollo sin incidencias.
Un evento de dimensiones extraordinarias como la Feria de Córdoba requiere una coordinación eficaz para que todo discurra con normalidad. A parte de cocineros, camareros o vigilantes, hay personas que realizan una labor menos conocida, pero vital en el buen funcionamiento de esta ciudad efímera.
En primer lugar, miles de personas acuden durante nueve días al recinto y en la mayoría de los casos, usan sus vehículos privados. Se requiere una gran extensión de terreno para que los conductores puedan encontrar facilidades y comodidad a la hora de dejar su vehículo. Es el caso del párking público situado al otro lado de la A-4. Su responsable, José Antonio Siles, vela por el buen funcionamiento de los accesos de entrada y salida, así como la labor de las personas que aparcan, ordenadamente, los vehículos.
Aunque se suelen respetar tanto las indicaciones de las señales como de los aparcacoches , "suele haber problemas todas las noches, sobre todo cuando ciertas personas han bebido demasiado", insistió Siles. "Pero son hechos puntuales; en general, no suele haber problemas".
A parte de los vehículos privados, hay otras personas que prefieren acudir al recinto ferial a caballo. En este caso, para preservar la estampa clásica de coches de caballos o jinetes ataviados, Fernando Vega y Gregorio Ruano controlan todos los aspectos vinculados a los caballos desde el puesto de control, junto a la portada. "La gente está más concienciada con la salud de los animales", insiste Vega, veterinario que se encarga de que los caballos lleguen en buen estado o que no presenten lesiones. Mientras que Ruano gestiona toda la documentación tanto del animal como del coche, así como que el jinete esté vestido de manera adecuada.
Otro tipo de transporte que tiene bastantes adeptos es el tren neumático. En total, hay tres que circulan por El Arenal. Uno de sus conductores, Francisco García, lleva cuatro años conduciendo este tren. En algunos casos, hay grupos discrecionales --por la mañana-- de excursiones de mayores o personas con discapacidad, "donde nosotros los llevamos donde quieran". Es un transporte que se impregna del ambiente, "ya que la gente va contenta y cantando sevillanas".
Como tónica habitual, muchas familias acuden a las casetas para comenzar la jornada. Los padres suelen estar comiendo, pero al mismo tiempo, deben estar pendientes de sus hijos. Aquí juegan un papel importante las empresas de animación que, desde hace varios años, acuden a las casetas para "que los padres descansen y pueden comer de manera relajada", comentó Saray Fernández, monitora de Escudero Animaciones.
A diferencia de un cumpleaños o bautizo, "en una caseta no sabes cuantos niños te puedes encontrar, pero se puede organizar bien". En la caseta La Castañuela de Madera , esta empresa realizó talleres de pulseras y dibujos para los más pequeños, mientras que para otros más mayores instalaron tres televisores con Play Station y Wii. Para cerrar, una monitora de zumba hizo bailar a todos los niños presentes.
Estas personas demuestran que la Feria de la Salud es una buena ocasión para trabajar y de este modo, contribuir a un desarollo sin incidencias.
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