No cesan. Los accidentes de la autovía A-7 seguidos de colas kilométricas son el pan nuestro de cada día desde hace meses, especialmente desde que esta vía se ve saturada a causa de la difícil situación de la carretera del 'Cañarete', la N-340a. Es lo que ocurrió ayer, cuando una colisión en cadena en la que se han visto implicados siete vehículos sin que se hayan registrado heridos de gravedad ha provocado cerca de dos horas de retenciones en la Autovía A-7 desde el término municipal de Vícar hasta Aguadulce, en Roquetas de Mar.
El siniestro tuvo lugar sobre las ocho de la mañana, a la altura del punto kilométrico 425, en los carriles en dirección a Cádiz, según informó la Subdelegación del Gobierno. Una primera colisión provocó una reacción en cadena en la que se vieron implicados hasta siete vehículos.
Acto seguido comenzaron los problemas de tráfico. El caos provocado por los coches accidentados hizo que hubiese retenciones de ocho kilómetros de largo durante, aproximadamente, unas dos horas, volviendo la normalidad de forma paulatina.
La mayoría de los accidentes en la A-7 son de carácter leve y no revisten gravedad, no obstante son aparatosos y generan un especial malestar entre los ciudadanos, debido a los retrasos que sufren a causa de las congestiones del tráfico.
Aunque el 'Cañarete' ya se encuentra abierto al público con horarios alternos, en sentido Aguadulce-Almería de siete a doce del mediodía, y a la inversa de doce a nueve de la noche, desde hace un par de semanas, son muchos los que esperan una reapertura total de esta carretera, al entender que solucionaría gran parte de estos problemas.
El siniestro tuvo lugar sobre las ocho de la mañana, a la altura del punto kilométrico 425, en los carriles en dirección a Cádiz, según informó la Subdelegación del Gobierno. Una primera colisión provocó una reacción en cadena en la que se vieron implicados hasta siete vehículos.
Acto seguido comenzaron los problemas de tráfico. El caos provocado por los coches accidentados hizo que hubiese retenciones de ocho kilómetros de largo durante, aproximadamente, unas dos horas, volviendo la normalidad de forma paulatina.
La mayoría de los accidentes en la A-7 son de carácter leve y no revisten gravedad, no obstante son aparatosos y generan un especial malestar entre los ciudadanos, debido a los retrasos que sufren a causa de las congestiones del tráfico.
Aunque el 'Cañarete' ya se encuentra abierto al público con horarios alternos, en sentido Aguadulce-Almería de siete a doce del mediodía, y a la inversa de doce a nueve de la noche, desde hace un par de semanas, son muchos los que esperan una reapertura total de esta carretera, al entender que solucionaría gran parte de estos problemas.
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