Tras la investigación realizada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), la Guardia Civil ha investigado a una persona por un supuesto delito en grado de tentativa contra la flora, fauna y animales domésticos, al ser sorprendido portando tres cebos envenenados.
La actuación se inició el 5 de octubre, cuando agentes de Medio Ambiente de la Junta alertaron de la presencia de una persona en las inmediaciones de la zona conocida como La Atalaya de Purchena, la cual podría estar utilizando cepos trampas, un arte prohibida para la caza. Una vez en allí, los agentes de la Guardia Civil localizan a esta persona con un total de 5 cepos trampas, así como con 3 bolas, elaboradas con carne y envueltas en plástico.
Ante la sospecha de que estos también pudieran ser cebos envenenados, se remitieron muestras al Centro de Análisis y Diagnóstico de Málaga, para su estudio y análisis, confirmando que sí eran trampas mortales.
Estos cebos envenenados son utilizados para atraer a las presas hasta el lugar donde con anterioridad se colocan los cepos trampas, si bien son capaces de provocar la muerte del animal que los ingiere por si solos.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Purchena.
El acusado llevaba cinco cepos trampas y tres bolas con veneno
La actuación se inició el 5 de octubre, cuando agentes de Medio Ambiente de la Junta alertaron de la presencia de una persona en las inmediaciones de la zona conocida como La Atalaya de Purchena, la cual podría estar utilizando cepos trampas, un arte prohibida para la caza. Una vez en allí, los agentes de la Guardia Civil localizan a esta persona con un total de 5 cepos trampas, así como con 3 bolas, elaboradas con carne y envueltas en plástico.
Ante la sospecha de que estos también pudieran ser cebos envenenados, se remitieron muestras al Centro de Análisis y Diagnóstico de Málaga, para su estudio y análisis, confirmando que sí eran trampas mortales.
Estos cebos envenenados son utilizados para atraer a las presas hasta el lugar donde con anterioridad se colocan los cepos trampas, si bien son capaces de provocar la muerte del animal que los ingiere por si solos.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Purchena.
El acusado llevaba cinco cepos trampas y tres bolas con veneno
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