Le pilló -cómo no- de viaje, como Willy Fog, como Marco Polo, como Alí Bey, cruzando el charco, entre Houston y Londres, cuando desde el Ministerio de Trabajo levantaron el jueves el teléfono para informarle del áureo galardón que le concedían. A esa hora, en la que en La Envía se estaba celebrando también la Asamblea de Cajamar de la que es Consejero, Paco Cosentino, el rey de las encimeras, con 65 años, la edad del jubileo, seguro que se detuvo en el aeropuerto de turno y pensaría algo parecido a “después de arruinarme tres veces en mi vida y levantarme otras tantas toca sosegarse un poco”. Ayer se hizo oficial, a dos días del Día Internacional del Trabajo, de labios de la vicepresidenta tras el Consejo de Ministros: Medalla de Oro al Mérito al Trabajo para Francisco Martínez-Cosentino, que heredó la empresa de su padre, hasta convertirla en una de las más importantes de España. Justificación Sáenz de Santamaría, ante el micrófono, entre los muros de La Moncloa, añadía: “el p