“Comienza una nueva etapa de compromiso común: debemos construir juntos en las materias claves para el bienestar de los españoles” es lo que dijo el recién investido como presidente del Gobierno Mariano Rajoy tras la investidura de ayer en la que sumó 170 votos a favor, 68 abstenciones y 111 votos en contra, 15 de ellos del diputados del PSOE que no siguieron las directrices del Comité Federal.
Rajoy, que señaló que el jueves nombrará a los ministros de su gabinete que el viernes prometerán o jurarán su cargo ante el rey Felipe VI, dijo que ofrecerá “diálogo, entendimiento y acuerdos” y que está “dispuesto a ceder y a mejorar lo construido, pero no a demolerlo. No contribuiré a lesionar la recuperación ni la creación de empleo”.
División en el PSOE
Tal y como se preveía hubo división en las filas del PSOE. Los diputados socialistas almerienses (Sonia Ferrer y Juan Jiménez Tortosa) se abstuvieron mientras que el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, señaló que no le va a dar ni un día de “cortesía” después de permitirle seguir en el Gobierno “para desbloquear la situación política porque el PSOE va a hacer una oposición con rigor y no de Twitter y camisetas”.
Hernando, que no fue aplaudido por diputados críticos como César Luena, Margarita Robles o Susana Sumelzo, defendió que al PSOE no le gusta Rajoy ni sus políticas, pero que se abstenían porque los españoles “no necesitan unas terceras elecciones” y no quieren que “se deterioren más las instituciones”.
Rivera y su apoyo
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, le dijo a Rajoy que “no tenga miedo” por tener que gobernar en minoría, “ya que lo único que debe hacer para que la legislatura vaya bien es cumplir los compromisos que firmó con C's. Si cumple las exigencias de Ciudadanos, esto va a salir bien”, dijo.
Por su parte, Pablo Iglesias líder de Podemos afirmó que Rajoy “tuvo que articular una operación para desenmascarar a C’s como fuerza regeneradora y para destrozar por dentro al PSOE y humillarle hoy”.
Tras la renuncia de Pedro Sánchez, 15 diputados del PSOE votaron en contra y rompieron la disciplina de voto.
Rajoy, que señaló que el jueves nombrará a los ministros de su gabinete que el viernes prometerán o jurarán su cargo ante el rey Felipe VI, dijo que ofrecerá “diálogo, entendimiento y acuerdos” y que está “dispuesto a ceder y a mejorar lo construido, pero no a demolerlo. No contribuiré a lesionar la recuperación ni la creación de empleo”.
División en el PSOE
Tal y como se preveía hubo división en las filas del PSOE. Los diputados socialistas almerienses (Sonia Ferrer y Juan Jiménez Tortosa) se abstuvieron mientras que el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, señaló que no le va a dar ni un día de “cortesía” después de permitirle seguir en el Gobierno “para desbloquear la situación política porque el PSOE va a hacer una oposición con rigor y no de Twitter y camisetas”.
Hernando, que no fue aplaudido por diputados críticos como César Luena, Margarita Robles o Susana Sumelzo, defendió que al PSOE no le gusta Rajoy ni sus políticas, pero que se abstenían porque los españoles “no necesitan unas terceras elecciones” y no quieren que “se deterioren más las instituciones”.
Rivera y su apoyo
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, le dijo a Rajoy que “no tenga miedo” por tener que gobernar en minoría, “ya que lo único que debe hacer para que la legislatura vaya bien es cumplir los compromisos que firmó con C's. Si cumple las exigencias de Ciudadanos, esto va a salir bien”, dijo.
Por su parte, Pablo Iglesias líder de Podemos afirmó que Rajoy “tuvo que articular una operación para desenmascarar a C’s como fuerza regeneradora y para destrozar por dentro al PSOE y humillarle hoy”.
Tras la renuncia de Pedro Sánchez, 15 diputados del PSOE votaron en contra y rompieron la disciplina de voto.
Comentarios
Publicar un comentario