El pasado jueves un gran número de trabajadores del Hospital La Inmaculada de Huércal Overa manifestaron, tal y como expresaron a través de la Junta de Personal del AGSNA, su más rotundo “rechazo al cierre de camas en nuestro Hospital y a la pérdida de puestos de trabajo”.
Movilización en la que, dado su compromiso con la defensa de los profesionales y de los usuarios de la sanidad pública, mostraron un posicionamiento claro y férreo ante “el modo en que el Gobierno autonómico impone los recortes al sector sanitario”. Actuaciones que califican como “gravemente discriminatorias” respecto a otros sectores de la Administración Pública, y que, “sin duda están propiciando una pérdida de calidad asistencial hasta límites de riesgos no tolerables por los ciudadanos y profesionales”.
Sin explicación
Para la Junta de Personal, no existe justificación alguna para que los pacientes de la zona vean recortadas 24 camas que “deberían estar a su disposición para ser atendidos y resolver sus problemas de salud”. Y es que, aseguran en dicho escrito, “son más de 600 ciudadanos en lista de espera los que están aguardando pacientemente a que se les resuelva su dolencia a través de una intervención quirúrgica”.
Es por este motivo por el que no conciben el tener camas “cerradas a cal y canto, por cuestiones economicistas, para cuadrar las cuentas” ahorrando a costa de pacientes y profesionales.
Tira y afloja
Ante esta situación por la que el personal de La Inmaculada demanda soluciones inmediatas, Rosalía Espinosa, parlamentaria andaluza del PP de Almería, la senadora Maribel Sánchez, el alcalde del municipio, Domingo Fernández, y la concejala Mónica Sánchez; se reunieron con sindicatos del Hospital para conocer sus preocupaciones. Encuentro donde explicaron que el centro mantiene cerrada media planta de Medicina Interna, a pesar de necesitar camas para atender las demandas de los pacientes.
Así, Espinosa considera que, a su juicio y según los profesionales, existe demanda asistencial “por lo que es prioritario que se pongan en funcionamiento cuanto antes”, y exige la apertura completa de esta planta de un “hospital decreciente”, como califica al considerar que cada vez va a menos, que necesita ampliar especialidades como neurología o reforzar oncología.
Por su parte, desde la Junta aseguran que el Hospital “funciona con total normalidad” y cuenta con todos sus áreas y servicios operativos en estos momentos de baja tasa de ocupación, entre el 50-60% de su capacidad; y los pacientes siguen siendo atendidos “con los más altos estándares de calidad, sin que exista merma alguna de recursos”.
El PP-A apoya las quejas de los empleados y la Junta sostiene la inexiste merma del servicio sanitario.
Movilización en la que, dado su compromiso con la defensa de los profesionales y de los usuarios de la sanidad pública, mostraron un posicionamiento claro y férreo ante “el modo en que el Gobierno autonómico impone los recortes al sector sanitario”. Actuaciones que califican como “gravemente discriminatorias” respecto a otros sectores de la Administración Pública, y que, “sin duda están propiciando una pérdida de calidad asistencial hasta límites de riesgos no tolerables por los ciudadanos y profesionales”.
Sin explicación
Para la Junta de Personal, no existe justificación alguna para que los pacientes de la zona vean recortadas 24 camas que “deberían estar a su disposición para ser atendidos y resolver sus problemas de salud”. Y es que, aseguran en dicho escrito, “son más de 600 ciudadanos en lista de espera los que están aguardando pacientemente a que se les resuelva su dolencia a través de una intervención quirúrgica”.
Es por este motivo por el que no conciben el tener camas “cerradas a cal y canto, por cuestiones economicistas, para cuadrar las cuentas” ahorrando a costa de pacientes y profesionales.
Tira y afloja
Ante esta situación por la que el personal de La Inmaculada demanda soluciones inmediatas, Rosalía Espinosa, parlamentaria andaluza del PP de Almería, la senadora Maribel Sánchez, el alcalde del municipio, Domingo Fernández, y la concejala Mónica Sánchez; se reunieron con sindicatos del Hospital para conocer sus preocupaciones. Encuentro donde explicaron que el centro mantiene cerrada media planta de Medicina Interna, a pesar de necesitar camas para atender las demandas de los pacientes.
Así, Espinosa considera que, a su juicio y según los profesionales, existe demanda asistencial “por lo que es prioritario que se pongan en funcionamiento cuanto antes”, y exige la apertura completa de esta planta de un “hospital decreciente”, como califica al considerar que cada vez va a menos, que necesita ampliar especialidades como neurología o reforzar oncología.
Por su parte, desde la Junta aseguran que el Hospital “funciona con total normalidad” y cuenta con todos sus áreas y servicios operativos en estos momentos de baja tasa de ocupación, entre el 50-60% de su capacidad; y los pacientes siguen siendo atendidos “con los más altos estándares de calidad, sin que exista merma alguna de recursos”.
El PP-A apoya las quejas de los empleados y la Junta sostiene la inexiste merma del servicio sanitario.
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