La formación madrileña Vetusta Morla, referente del
indie rock en España, fue la encargada de abrir anoche el programa de
conciertos de la Feria de Almeria. Lo hizo presentando su álbum La
Deriva, el tercero en estudio de su carrera tras su debut ‘Un día en el
mundo’ y ‘Mapas’.
Al contrario de lo que suele ocurrir con otros grupos y conciertos, el hecho de que interpretaran casi en su totalidad su álbum más reciente no restó ni épica por parte de la banda, ni entrega por parte de un público muy fiel, que cantó cada uno de los temas. Con la solidez que ofrece la presencia, movimiento y voz de Pucho, su cantante, Vetusta Morla arrancó con cinco temas del nuevo disco: la homónima ‘La Deriva’, ‘Fuego’, ‘Golpe maestro’, ‘La mosca en tu pared’ y ‘Pirómanos’. Canciones intensas en las que se ofrece una variada gama de percusiones y chasquidos que llevan el tempo de desarrollos guitarreros profundos y ruidosos, a cargo de Guillermo Galván y Juan Manuel Latorre, que se atemperan con la melodía vocal de Pucho. Una acústica francamente mejorada en el Palacio de los Juegos Mediterráneos fue patente cuando llegó el momento de las primeras miradas atrás, ‘Lo que te hace grande’ y, sobre todo, el tema ‘Un día en el mundo’.
La banda agradeció que “entre tanta propuesta, con el inicio de Feria y el partido de fútbol, nos hayáis elegido a nosotros y estéis aquí viajando a ‘La Deriva’”. Y es que sin ser propiamente un álbum conceptual, las imágenes en constante movimiento, las letras, propuestas de cambio y reflexión y las músicas de su último disco hicieron viajar al público en un mar de sensaciones llenas de vida, como en ‘Cuarteles de invierno’, ‘La grieta’ o ‘Alto’, entre las que intercalaron ‘Maldita dulzura’ y ‘Mapas’.
El ecuador lo atravesaron con la imprescindible ‘Copenhague’. Fue a partir de ese momento cuando el concierto entró en una vorágine de cánticos y saltos imparable. Los aires sureños de ‘Las salas de espera’; la energía desbordada de ‘Valiente’, que lleva camino de convertirse en himno generacional; ‘Tour de Francia’, con las luces azules, blancas y rojas presidiendo el escenario; y ‘La cuadratura del círculo’, con una interpretación excelsa por parte de toda la banda. Rabia controlada y potencia medida. Aún quedaban fuerzas para llegar a la primera despedida con ‘Fiesta Mayor’, una de las canciones más rítmicas del nuevo disco.
Para los bises quedaron reservados la iracunda ‘Sálvese quien pueda’, que provocó otro estallido del público, y ‘El hombre del saco’, sobre la que no solo realizaron las presentaciones de rigor, sino que sirvió para hacer un llamamiento “a ‘La Deriva’, el cambio debe venir del individuo, desde la punta de nuestros pies hasta el último pelo de nuestra cabeza”, argumentaba Pucho. El cierre, tras una hora y cincuenta minutos de concierto, llegó con ‘Los días raros’, que dejó una sonrisa en casi todos los rostros después de haber presenciado un concierto del todo sobresaliente.
La formación madrileña fue la encargada de abrir anoche el programa de conciertos de la Feria de Almería
Al contrario de lo que suele ocurrir con otros grupos y conciertos, el hecho de que interpretaran casi en su totalidad su álbum más reciente no restó ni épica por parte de la banda, ni entrega por parte de un público muy fiel, que cantó cada uno de los temas. Con la solidez que ofrece la presencia, movimiento y voz de Pucho, su cantante, Vetusta Morla arrancó con cinco temas del nuevo disco: la homónima ‘La Deriva’, ‘Fuego’, ‘Golpe maestro’, ‘La mosca en tu pared’ y ‘Pirómanos’. Canciones intensas en las que se ofrece una variada gama de percusiones y chasquidos que llevan el tempo de desarrollos guitarreros profundos y ruidosos, a cargo de Guillermo Galván y Juan Manuel Latorre, que se atemperan con la melodía vocal de Pucho. Una acústica francamente mejorada en el Palacio de los Juegos Mediterráneos fue patente cuando llegó el momento de las primeras miradas atrás, ‘Lo que te hace grande’ y, sobre todo, el tema ‘Un día en el mundo’.
La banda agradeció que “entre tanta propuesta, con el inicio de Feria y el partido de fútbol, nos hayáis elegido a nosotros y estéis aquí viajando a ‘La Deriva’”. Y es que sin ser propiamente un álbum conceptual, las imágenes en constante movimiento, las letras, propuestas de cambio y reflexión y las músicas de su último disco hicieron viajar al público en un mar de sensaciones llenas de vida, como en ‘Cuarteles de invierno’, ‘La grieta’ o ‘Alto’, entre las que intercalaron ‘Maldita dulzura’ y ‘Mapas’.
El ecuador lo atravesaron con la imprescindible ‘Copenhague’. Fue a partir de ese momento cuando el concierto entró en una vorágine de cánticos y saltos imparable. Los aires sureños de ‘Las salas de espera’; la energía desbordada de ‘Valiente’, que lleva camino de convertirse en himno generacional; ‘Tour de Francia’, con las luces azules, blancas y rojas presidiendo el escenario; y ‘La cuadratura del círculo’, con una interpretación excelsa por parte de toda la banda. Rabia controlada y potencia medida. Aún quedaban fuerzas para llegar a la primera despedida con ‘Fiesta Mayor’, una de las canciones más rítmicas del nuevo disco.
Para los bises quedaron reservados la iracunda ‘Sálvese quien pueda’, que provocó otro estallido del público, y ‘El hombre del saco’, sobre la que no solo realizaron las presentaciones de rigor, sino que sirvió para hacer un llamamiento “a ‘La Deriva’, el cambio debe venir del individuo, desde la punta de nuestros pies hasta el último pelo de nuestra cabeza”, argumentaba Pucho. El cierre, tras una hora y cincuenta minutos de concierto, llegó con ‘Los días raros’, que dejó una sonrisa en casi todos los rostros después de haber presenciado un concierto del todo sobresaliente.
La formación madrileña fue la encargada de abrir anoche el programa de conciertos de la Feria de Almería
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