José Antonio Z.G. afirma haber disparado bajo los efectos del alcohol y la cocaína.
"Sólo quise asustarlo efectuando un par de tiros al aire como había hecho mi amigo Gonzalo". José Antonio Z.G., para el que el fiscal pide 16 años de prisión por la muerte de Fermina S.F., que perdió la vida a tiros en la pedanía cuevana de Palomares en 2011, ha asegurado este lunes ante un jurado popular en la Audiencia de Almería que nunca fue su intención matarla, así como que disparó contra ella, su marido y su hijo bajo los efectos del alcohol y por temor a las amenazas a las que, según él, la familia de la mujer había realizado a su familia de forma previa a los hechos.
Es la segunda vez que el hombre tiene que rendir cuentas por la muerte de Fermina S.F. ante un jurado popular. En mayo de 2013 fue declarado no culpable de tres delitos de asesinato por otro, que determinó que en el caso de los hombres el acusado había actuado en legítima defensa, y bajo los efectos de un trastorno mental transitorio en el de la mujer. Sin embargo, la acusación particular recurrió la sentencia posterior y en diciembre de ese año el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó que se repitiese el juicio únicamente en lo relativo al delito de asesinato correspondiente a la mujer fallecida. Aunque la defensa del acusado recurrió este fallo, el Tribunal Supremo (TS) desestimó en mayo de 2014 dicho recurso, ratificando así el pronunciamiento del Alto Tribunal andaluz.
En este nuevo juicio nadie discute que José Antonio Z.G. acabase con la vida de estos tres miembros del clan gitano afincado en la barriada del Cabezo de Palomares. El jurado tampoco entrará a valorar lo ocurrido con los hombres, al haber quedado sentenciado en firme. Lo que ahora se discute es si el hombre tenía alteradas sus capacidades volitivas e intelictivas, si actuó bajo un intenso miedo y bajo los efectos del alcohol y la cocaína. Estos puntos son claves para determinar si se trata de un asesinato, por el que el fiscal pide 16 años de prisión e indemnizaciones de 120.000 euros para el hijo de la fallecida, F.S.F., así como a dos hermanas de ésta; o por el contrario es un homicidio del que debe ser declarado no culpable, tal y como sostiene su letrada. Una abogada de oficio porque según el acusado, el anterior proceso lo ha dejado en la "ruina".
En lo relativo a su declaración, J.A.Z.G. ha afirmado que los miembros del clan le habían robado en diversas ocasiones, así como que uno de ellos le había propinado una "paliza" en una gasolinera.
El acusado denunció la agresión y un hermano del joven que lo había golpeado amenazó a su tío y su tía, a los que uno de los de los muertos amenazó con "echar abajo con un mazo" la casa del procesadom, y que sabía "dónde vivían" la mujer y la hija de éste. Además, a él en persona le instó a retirar la denuncia porque su hermano estaba "manchado y podía ir a la cárcel".
"Sólo quise asustarlo efectuando un par de tiros al aire como había hecho mi amigo Gonzalo". José Antonio Z.G., para el que el fiscal pide 16 años de prisión por la muerte de Fermina S.F., que perdió la vida a tiros en la pedanía cuevana de Palomares en 2011, ha asegurado este lunes ante un jurado popular en la Audiencia de Almería que nunca fue su intención matarla, así como que disparó contra ella, su marido y su hijo bajo los efectos del alcohol y por temor a las amenazas a las que, según él, la familia de la mujer había realizado a su familia de forma previa a los hechos.
Es la segunda vez que el hombre tiene que rendir cuentas por la muerte de Fermina S.F. ante un jurado popular. En mayo de 2013 fue declarado no culpable de tres delitos de asesinato por otro, que determinó que en el caso de los hombres el acusado había actuado en legítima defensa, y bajo los efectos de un trastorno mental transitorio en el de la mujer. Sin embargo, la acusación particular recurrió la sentencia posterior y en diciembre de ese año el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó que se repitiese el juicio únicamente en lo relativo al delito de asesinato correspondiente a la mujer fallecida. Aunque la defensa del acusado recurrió este fallo, el Tribunal Supremo (TS) desestimó en mayo de 2014 dicho recurso, ratificando así el pronunciamiento del Alto Tribunal andaluz.
En este nuevo juicio nadie discute que José Antonio Z.G. acabase con la vida de estos tres miembros del clan gitano afincado en la barriada del Cabezo de Palomares. El jurado tampoco entrará a valorar lo ocurrido con los hombres, al haber quedado sentenciado en firme. Lo que ahora se discute es si el hombre tenía alteradas sus capacidades volitivas e intelictivas, si actuó bajo un intenso miedo y bajo los efectos del alcohol y la cocaína. Estos puntos son claves para determinar si se trata de un asesinato, por el que el fiscal pide 16 años de prisión e indemnizaciones de 120.000 euros para el hijo de la fallecida, F.S.F., así como a dos hermanas de ésta; o por el contrario es un homicidio del que debe ser declarado no culpable, tal y como sostiene su letrada. Una abogada de oficio porque según el acusado, el anterior proceso lo ha dejado en la "ruina".
En lo relativo a su declaración, J.A.Z.G. ha afirmado que los miembros del clan le habían robado en diversas ocasiones, así como que uno de ellos le había propinado una "paliza" en una gasolinera.
El acusado denunció la agresión y un hermano del joven que lo había golpeado amenazó a su tío y su tía, a los que uno de los de los muertos amenazó con "echar abajo con un mazo" la casa del procesadom, y que sabía "dónde vivían" la mujer y la hija de éste. Además, a él en persona le instó a retirar la denuncia porque su hermano estaba "manchado y podía ir a la cárcel".
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